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¡¿Es posible viajar en el tiempo?!

¡¿Es posible viajar en el tiempo?!

Los viajes en el tiempo son el sueño de muchas personas y, lo creas o no, ¡son totalmente factibles! Te contamos todo lo que debes saber…

Aunque parezca increíble y te vaya a sorprender, ¡viajar en el tiempo es totalmente posible! De hecho, tú lo haces todo el tiempo… Durante este último año, nos hemos movido hacia adelante un año; lo que puede ser un poco decepcionante es que estamos viajamos en el tiempo a la velocidad de 1 hora por hora.

Las grandes preguntas de todos los curiosos son, ¿podemos viajar en el tiempo a mayor o menor velocidad que tan solo «1 hora por hora»? ¿Podemos realmente viajar hacia atrás o hacia delante en el tiempo varios meses o años?

Viajar al futuro

En teoría, viajar hacia adelante en el tiempo es posible, es solo una cuestión de dinero y técnica y ha sido probado en más de una ocasión… aunque es un concepto un poco complicado de entender.

Un ejemplo muy claro para explicar los viajes al futuro es ‘la parábola de los gemelos’, esta nos cuenta que si dos gemelos se separan y uno de ellos de embarca en un viaje espacial que durará varios años moviéndose casi a la velocidad de la luz mientras su hermano se queda en su casa, cuando vuelva, mientras para él solo habrán transcurrido unos 5 años, para su gemelo habrán sido décadas, probablemente tenga 65 años y esté disfrutando de sus hijos y nietos, pero… ¿por qué ocurre esto?

El gemelo que se fue al espacio viajó en el tiempo hacia el futuro debido a la velocidad a la que iba. Esto quiere decir que el paso del tiempo depende de la velocidad a la que se mueva un cuerpo, lo que ha sido probado en distintas oportunidades con relojes atómicos de precisión perfecta.

 

La parábola de los gemelos explica la teoría de la relatividad especial desarrollada y formulada por Albert Einstein a principios del siglo XX. Esta teoría plantea que “el espacio y el tiempo son aspectos de la misma cosa: del tiempo espacial. Hay un límite de velocidad de 300.000 kilómetros por segundo para cualquier cosa que viaje a través del tiempo espacial, y la luz siempre viaja al límite de velocidad”.

Esta teoría también plantea que cuando nos movemos a través del tiempo espacial, especialmente cuando tu velocidad relativa a otros objetos (como al gemelo que se quedó en la Tierra) es cercana a la velocidad de la luz: el tiempo pasa más lentamente para ti que para las personas que has dejado atrás; sin embargo la única manera de observar este efecto es regresando al lugar de partida.

El cosmonauta ruso Serguéi Konstantínovich Krikaliov es la prueba viviente de que viajar al futuro es posible. Krikaliov pasó 803 días en la estación espacial Mir a 27.000 km por hora, logrando viajar en el tiempo una fracción pequeñísima de tiempo, exactamente 1.48 segundos hacia el futuro, lo que es probablemente el viaje más largo de toda la humanidad…

 

Serguéi Konstantínovich Krikaliov.-

Serguéi Konstantínovich Krikaliov.-

Viajes al pasado

Ahora bien, la gran pregunta en la que los físicos se desviven en intensos debates sobre viajes en el tiempo: ¿es posible viajar en el tiempo al pasado? Técnicamente la respuesta a esta pregunta va a depender de a quién le preguntes… por ejemplo, el físico Stephen Hawking sugirió que la ausencia de “turistas del futuro” en nuestro presente constituye un fuerte argumento en contra de la existencia del viaje en el tiempo hacia el pasado.

Hawking también indicó que “al viajar al pasado se estaría “creando” un universo paralelo y no se viajaría al propio pasado sino a una copia de este, pero con una diferencia: la existencia de un turista temporal. De este modo se tendría dos espacios temporales simultáneos: uno donde aparece un turista del tiempo y otro donde no aparece”. Esta hipótesis esta “respaldada” por la paradoja que nos dice que si mañana planeas un viaje a hoy para decirte ‘hola’, ¿por qué hoy no tienes un doble a tu lado diciéndote ‘hola’?”… Claro que, para los más flexibles podrían existir miles de razones válidas explicando por qué no vemos a nuestro doble, por ejemplo, que aunque los viajes al pasado en el futuro son factibles, está terminantemente prohibido intervenir de ninguna manera para evitar alterar el futuro…

 

No obstante, aunque estos viajes tienen bastantes detractores, en realidad las leyes físicas no prohíben o desechan del todo los viajes hacia el pasado, sino que simplemente aún no se ha demostrado que exista tal posibilidad. El matemático y filósofo austríaco-estadounidense Kurt Gödel demostraba con que solo haría falta viajar hacia el futuro lo suficiente como para encontrarnos con nuestro pasado…

Aunque parezca confuso tiene lógica; una forma más sencilla de ver esta propuesta es que es algo parecido a lo que ocurriría si decidiéramos comenzar a recorrer el mundo: al terminar de darle la vuelta llegaríamos al mismo punto e, incluso si siguiéramos caminando, volveríamos a recorrer los mismos lugares por los que ya habíamos pasado anteriormente.

No obstante, para que esto suceda nuestro universo debería encontrarse en rotación y eso es una premisa que nadie ha logrado demostrar aún… Ahora, si hipotéticamente hablando se lograra demostrar que el universo está en constante rotación, seguiría existiendo el problema de que viajar hacia el pasado «dando la vuelta» no es práctico, lo más conveniente para acortar camino sería utilizar un atajo en el tejido del espacio-tiempo.

 

 

La parábola de los gemelos explica la teoría de la relatividad especial desarrollada y formulada por Albert Einstein a principios del siglo XX. Esta teoría plantea que “el espacio y el tiempo son aspectos de la misma cosa: del tiempo espacial. Hay un límite de velocidad de 300.000 kilómetros por segundo para cualquier cosa que viaje a través del tiempo espacial, y la luz siempre viaja al límite de velocidad”.

Esta teoría también plantea que cuando nos movemos a través del tiempo espacial, especialmente cuando tu velocidad relativa a otros objetos (como al gemelo que se quedó en la Tierra) es cercana a la velocidad de la luz: el tiempo pasa más lentamente para ti que para las personas que has dejado atrás; sin embargo la única manera de observar este efecto es regresando al lugar de partida.

El cosmonauta ruso Serguéi Konstantínovich Krikaliov es la prueba viviente de que viajar al futuro es posible. Krikaliov pasó 803 días en la estación espacial Mir a 27.000 km por hora, logrando viajar en el tiempo una fracción pequeñísima de tiempo, exactamente 1.48 segundos hacia el futuro, lo que es probablemente el viaje más largo de toda la humanidad…

Este atajo sería una singularidad, es decir, un evento cuyas propiedades físicas varían hasta «romper» las leyes de la física que conocemos actualmente. En este caso, la singularidad perfecta sería ‘el agujero de gusano’, que se llama así porque se asemeja a un gusano que atraviesa una manzana por dentro para llegar al otro extremo, en vez de recorrerla por fuera. Así, los agujeros de gusano permiten unir dos puntos muy distantes y llegar más rápidamente que si se atravesara el universo a la velocidad de la luz para darle la vuelta completa…

A pesar de que según la teoría de la relatividad de Einstein los agujeros de gusano pueden existir debido a que son matemáticamente posibles, lamentablemente nunca se ha visto uno y no está demostrado que existan y, aunque existieran, nada nos garantiza que puedan ser usados para viajar en el tiempo…

Y tú… ¿Qué piensas sobre esto? ¿Crees que un día sí será posible viajar al pasado?

¡Cuéntanos tu opinión!

Fuente:Culturizando

 

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